La entrevista, una etapa clásica y fundamental en un proceso de selección de personal. Dependiendo la experiencia, uno lo ama o lo odia, como todo. Personalmente prefiero una entrevista a una dinámica, porque así se tiene oportunidad de hablar con mayor libertad de qué puedes ofrecer a la empresa y como puedes ser tu un buen candidato a colaborador. Claro una dinámica tiene un propósito diferente y se entiende, solo que aquí nos concentraremos en las entrevistas.

Algo que llegué a entender es que se tiene que estar preparado para todo tipo de entrevistas y a la vez es que uno nunca podrá estar preparado para todo tipo de entrevista. Contradictorio? Sí, pero si comprendes el meollo detrás de todo, estimado lector, podrías dejar esos nervios de lado. 
Un amigo me contaba que una empresa contrata si ellos creen que tienes la madurez para lidiar con el puesto, me parece lógico y tiene mucha razón, no le darías un puesto de trabajo a una persona que se la pasa jugando o en redes sociales, no te pagan por eso (después haces horas extras y de quién es la culpa?). Exactamente esta etapa te permite mostrar esa cualidad, así que desperdiciarla es un grave error.
 Volviendo a la contradicción, la razón detrás es .... la humanidad. Claro que se puede estar preparado para todo tipo de entrevistas si te entrenas a ti mismo, tienes las respuestas trabajadas, sobre todo a las preguntas típicas, pero en algún momento va a aparecer un gerente, un personal de RR.HH. , quien sea, que te hará una pregunta que no esperabas o invita a alguien más a la entrevista, qué harás?, tu preparación, tu anticipación, etc, al agua y suele pasar que si eres pegado a una estrategia perderás los papeles como dicen. No es justo y no sería justo para ti que no continúes en el proceso por un evento inesperado. Afortunadamente, hay una salida producto de esa razón: actitud positiva. 
Sí, probablemente lo hayas oído antes, pero lo has aplicado?. No es una palabra mágica, es un estado mental. Cuando vayas a una entrevista, relajate, sonríe, aunque el carro que tengas que tomar se pase, aunque haya aparecido un tráfico alucinante de la nada. Si hacen una pregunta inesperada, piensa, demorate pero da una respuesta coherente. Si lo pruebas, puedes sorprenderte de lo que serás capaz de superar. Vamos, dale un intento ya que no hay nada que perder.